Cómo hablar del sueldo en una entrevista de trabajo

Unos de los momentos más delicados durante una entrevista de trabajo, por decirlo de alguna manera, es cuando los candidatos tienen que hablar sobre la compensación económica por su trabajo, es decir el sueldo. Cuando algunas compañías publican su oferta de empleo, suelen especificar el salario o el rango del sueldo según la experiencia y/o formación de los solicitantes. Sin embargo, en otras empresas este dato no se facilita y no te puedes marchar de tu entrevista de trabajo sin saber el sueldo que te ofrecen; de hecho, si es necesario, es una de las preguntas que debes hacer en una entrevista de trabajo. Para tratar este tema adecuadamente, te vamos a ofrecer una serie de consejos que además de ayudarte a lograr una imagen más profesional, también te permitirá hablar sobre el sueldo de manera natural para alcanzar tus pretensiones económicas.

Consejos para hablar sobre el salario en una entrevista de trabajo

Cuando llegue este momento clave durante tu entrevista de trabajo, al responder esta pregunta ten en cuenta lo siguiente:

– Valórate a ti mismo

Tus habilidades, formación y experiencia valen dinero, por eso debes ponerle precio a tu desempeño en el trabajo que vas a realizar. Por ejemplo, las pretensiones de un camarero con apenas unos meses de experiencia no pueden ser las mismas que las de un camarero que haya trabajado en un restaurante con estrella Michelin; o no es lo mismo solicitar un trabajo de recepcionista de noche que en otro turno diferente ya que aunque las responsabilidades son iguales, trabajar de noche tiene que implicar un ingreso adicional.

– Revisa la tabla del Instituto Nacional de Estadística

¿No sabes cuánto se paga en promedio en el sector que quieres trabajar? No te preocupes, para hacerte una idea puedes visitar las tablas con los salarios medios anuales por sectores que publica el Instituto Nacional de Estadística. En esta página web tan útil puedes conocer datos sobre el salario anual por actividad económica, tipo de contrato y grupos de ocupación tanto en el sector público como en el sector privado.

– Considera otros beneficios adicionales

Es cierto que el sueldo puede ser un factor determinante para aceptar o rechazar un trabajo, pero también debes considerar los siguientes factores:

• La compañía te ofrece un coche de empresa que también te deja utilizar para asuntos personales.
• La compañía tiene una guardería en la que puedes dejar a tus hijos mientras trabajas.
• La compañía te permite trabajar ciertas horas o días desde casa, lo que te permitirá estar más tiempo con tu familia y no perder tu tiempo en atascos de tráfico.
• La empresa te ofrece vales de comida.
• Puedes acceder a bonos económicos adicionales si en un periodo de tiempo predeterminado (normalmente anual, trimestral o mensual), logras unas metas definidas por la compañía.
• El sistema de promociones de la empresa es muy optimista y en poco tiempo puedes acceder a un empleo mejor con un aumento de sueldo significativo.
• Para facilitar la conciliación familiar, la empresa te permite flexibilidad de horario.
• La compañía paga ciertos cursos o Masters para que mejores tu desempeño laboral.

Aunque todos estos elementos no te ofrecen dinero en metálico, son ventajas adicionales que contribuirán a que logres una mayor satisfacción personal y profesional.

– No digas una cifra exacta

Es aconsejable no decir una cifra exacta sino un intervalo. Para justificar estas cifras, puedes decir: “Teniendo en cuenta que tengo 3 años de experiencia en esta industria, que hablo inglés con fluidez y que soy licenciado, según los datos que ofrece el INE considero que mi sueldo debería estar entre XXXX y XXXX”.

– No negocies hasta que te ofrezcan el trabajo

Dependiendo de la empresa, quizás la compañía quiera negociar tu sueldo (desafortunadamente a la baja), pero no debes entrar en su juego hasta que no tengas una oferta clara de empleo. De esta manera sabrás que a la compañía le interesa tu perfil y tendrás más recursos para lograr un acuerdo que te beneficie.

– Puedes explicar lo que ganabas en tu compañía anterior

Si lo crees conveniente, puedes hablar sobre lo que ganabas en tu antigua empresa (o la actual). Obviamente, valora muy bien este dato porque según la cifra te puede beneficiar o perjudicar. No caigas en la tentación de mentir sobre este detalle. Recuerda que en tu currículum vitae habrás indicado esa compañía y posiblemente tengas una referencia suya. Esto quiere decir que quizás el reclutador se ponga en contacto con tu antiguo jefe para, entre otras cosas, preguntarle por tu sueldo previo. ¿Te imaginas la imagen que darías si descubren que mentiste? Si mentiste sobre esto, ¿también mentirías sobre otras cosas que dijiste durante la entrevista?

– Si no tienes ni idea de cuánto pedir, usa una respuesta general

Si realmente no sabes lo que deberías cobrar, puedes decir algo como: “Me gustaría cobrar lo mismo que cualquiera de sus empleados actuales que tengan la misma formación, experiencia y habilidades que yo”.

– Nunca digas: “No sé”

Esta es la peor respuesta que puedes dar, ya que además de dejar todo en manos de la empresa, también indicará tu falta de preparación para la entrevista personal y posiblemente tu desconocimiento del sector en el que quieres trabajar.

¿Se debe tratar el aspecto del sueldo después de la entrevista?

Uno de los errores que cometen algunas personas es enviar una carta de agradecimiento al reclutador o equipo de Recursos Humanos centrándose en el sueldo o tratando de negociar por escrito lo que no se supo negociar en persona. Nunca trates de hacer esto, causarás una mala impresión ante tu posible futura compañía. Lo que sí puedes hacer es hablar sobre el sueldo después de la entrevista únicamente si la compañía se pone en contacto contigo. Esto significará que hiciste bien la entrevista personal, les gustó tu perfil y tienes bastantes opciones de lograr un contrato. Sin embargo, ten en cuenta todo lo que dijimos en la sección anterior para negociar tu sueldo de manera adecuada.

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