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Se acerca el final del verano, y con él, las vacaciones. Un momento del año en el que los trabajadores vuelven a sus puestos de trabajo y retoman sus proyectos en la empresa. También es un momento en que los empleados se replantean su situación laboral. Qué les motiva, qué les gustaría cambiar, qué temen de su trabajo… Por ello, motivar a un equipo después de vacaciones debe ser vital para cualquier empresa.
¿Qué es el síndrome posvacacional?
Volver al trabajo después de unos días o semanas de desconexión puede afectar en mayor o menor medida el estado de ánimo de un trabajador. Muchos de los empleados vuelven a sus puestos de trabajo con una falta de motivación y compromiso con la empresa. Todavía se sienten ligados a sus recientes vacaciones y les cuesta reincorporarse a su rutina. Estamos hablando del síndrome posvacacional, que la empresa deberá gestionar para que éste no afecte al trabajo realizado durante todo el año.
Se trata de una patología que puede conllevar problemas emocionales, psicológicos y de salud, aunque no está considerado como una enfermedad como tal. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 30% de la población sufre este síndrome. Además, no afecta igual a todo el mundo, puesto que las mujeres son más propensas a sufrirlo. Según la AIFCC, el 65% de las mujeres trabajadores sufren el síndrome post-vacacional.
¿Cómo debe actuar la empresa?
Los trabajadores que sufren este síndrome pueden tener dificultades para desarrollar su trabajo habitual con el mismo rendimiento. Verse incapaces de tomar decisiones, gestionar proyectos que antes realizaban o lidiar una reunión con un cliente.
Para ello, la empresa deberá anticiparse y buscar herramientas para contrarrestar los efectos del síndrome posvacacional. Poner el foco en motivar a los trabajadores y crear acciones para que la productividad de la compañía no se vea afectada.
Paso a paso: Motiva a tu equipo
Como responsable de recursos humanos, manager del equipo o director de la empresa, deberás ayudar a tus trabajadores a reincorporarse en su rutina de trabajo. ¿Cómo hacerlo? ¿Y qué métodos utilizar? Pon atención al siguiente paso a paso para que tus empleados vuelvan al trabajo con una sonrisa:
1. ¿Cómo te han ido las vacaciones?
El primer día después de su vuelta será vital para que el cambio de las vacaciones al trabajo no sea tan brusco. Una muestra de gratitud a los trabajadores puede ser muy efectiva para su estado de ánimo.
Utiliza palabras sinceras como “me alegro de verte de nuevo” o “te hemos echado de menos”. Harás que se sienta como parte fundamental de la empresa. Pregúntale también por sus vacaciones, para que no desconecte de ese sentimiento de felicidad y lo incorpore a su puesto de trabajo.
2. Reunión de bienvenida
Crea una reunión de bienvenida junto a todo el equipo. Si además es al aire libre, ¡mucho mejor! Tomaos un pequeño tiempo de ocio para poneros al día y comentar las mejores anécdotas de vacaciones.
Un almuerzo de trabajo sería una buena opción. Además de introducir a los trabajadores a su vuelta, servirá para reforzar la unión de todo el equipo y mantener su implicación durante los siguientes días.
Aprende más en cómo dar un discurso motivacional a tus trabajadores.
3. Objetivos ambiciosos
Un buen momento para comunicar los objetivos es a la vuelta de vacaciones, pues los trabajadores empiezan de nuevo y necesitan una meta para alcanzar.
Recuerda que para que los objetivos sean motivadores para los empleados, éstos deben suponer una ventaja para ellos. Por ejemplo, si consiguen llegar al objetivo del curso, habrá una compensación económica. También puedes ofrecer pequeños beneficios para la consecución de los pequeños logros.
4. Motivación personalizada
Organiza sesiones individualizadas con todos los componentes de tu equipo. Reconoce el trabajo que han realizado durante todo el año y tus deseos de que siga haciéndolo en tu compañía. La idea es mostrar tu gratitud hacia el trabajador y que se sienta más implicado que nunca con tu empresa.
Pregúntales qué inquietudes y opiniones tienen sobre su puesto de trabajo y sobre la empresa. ¿Qué proyectos les gustaría realizar? ¿Qué les gustaría aprender? ¿Cómo creen que podría mejorar la empresa?
5. Tareas sencillas
Asigna tareas fáciles de llevar a cabo para que el trabajador empiece a coger el ritmo de trabajo. Empieza con tareas sencillas que además impliquen a otros miembros del equipo, en especial si has incorporado talento en verano. A medida que pasen los días, asigna tareas más complejas y que incluyan una mayor responsabilidad.
Realizar tareas con dificultad gradual hará que el trabajador sienta que su regreso es mucho más fácil de lo que pensaba. Aumentarán sus ganas de conseguir nuevos proyectos y nuevas metas.
Un equipo motivado durante todo el año
No desaproveches el paso a paso para motivar a tus empleados y utilízalo el resto del año. Conseguirás que los objetivos que vayas estableciendo para tu empresa se cumplan a lo largo del tiempo. ¿Y los empleados? Trabajarán motivados, comprometidos con tu empresa y llenos de ideas todo el año.
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