Cultura de la confianza: liderazgo y motivación.
Que un empleado llegue al trabajo con ánimos, con los objetivos claros, con el listado de retos que debe asumir durante la semana bien definidos, con ideas creativas, resolviendo problemas y con la ilusión del primer día, es el escenario ideal para cualquier empresario.
Las empresas buscan el máximo rendimiento de sus procesos y su personal. Y más hoy en día, con el elevado grado de competencia. Para conseguirlo es necesario transformar e innovar. Apoyarse en el concepto o la importancia del liderazgo y la cultura de la confianza, puede ser el camino habilitador del cambio.
Según el informe Best Workplaces 2015 de España, elaborado por el Instituto Great Place to Work, las relaciones de confianza entre líderes y empleados son un intangible poderosísimo para que los objetivos corporativos lleguen a buen puerto. Sin importar el tamaño o el sector empresarial al que te dediques: ¿Qué piensan los empleados sobre la dirección de la empresa? ¿Qué cultura corporativa se ha diseñado? ¿Qué políticas y procesos de Recursos Humanos se quieren seguir?.
Son preguntas básicas que si se responden y aplican correctamente, convertirán a tu empresa en un excelente lugar para trabajar. Las empresas que cuidan más a sus plantillas, y no hablamos de toboganes o mesas de Ping Pong a lo Sillicon Valley, saben que la confianza y el respeto es lo que más valora un empleado. (Al margen del salario y las condiciones laborales que se establezcan).
Empleados satisfechos es igual a empleados doblemente comprometidos, más apreciados por los clientes, más creativos y con más posibilidad de que permanezcan en la empresa, aunque les surja otra oportunidad laboral. Lo que supone un crecimiento de ideas y soluciones, calidad de servicio y camaradería entre compañeros. Es decir, resultados óptimos. Y más allá de los resultados, pensemos que la razón de ser, es porque las personas importan.
No es una utopía, se trata de dar y recibir, de comunicar y escuchar; y por supuesto, de la satisfacción de tus empleados llegando al trabajo de buen rollo. Esto sirve para directivos, gerentes, para departamentos de Recursos Humanos, consultoría, emprendedores… Ser un maestro en personas no es fácil, pero el éxito de tu empresa depende en cierta manera de ello.
Revisa el clima antes de salir
Mide y evalúa la experiencia de tus empleados. Si sois pocos pregunta directamente cómo se encuentran, qué les preocupa, comparte su evolución, sus logros…
Recuerda que un líder no nace, se hace.
Es un reto de responsabilidad: inspira, comunica, escucha, agradece, comparte, celebra. Saca lo mejor de tus empleados.
Analiza el liderazgo de tu empresa: las fortalezas, las debilidades… Algunas condicionales que podemos cuestionarnos serían: si pensamos en global y estamos trabajando en línea con la estrategia definida, con la misión y valores de nuestra marca. Si fomentamos un entorno de talentosos más allá de los resultados –los empleados en el centro-. Si potenciamos la comunicación bidireccional. Si analizamos con el equipo las opciones, lo negociamos y nos ponemos de acuerdo. Si dejamos claro qué tareas se deben realizar. Si dejamos campo libre para que los empleados decidan qué hacer. Si potenciamos la creatividad. Si solicitamos, no exigimos, a los empleados que retroalimenten con sus ideas. Si las ideas propias no se imponen, se comparten.
Las personas son las que te llevarán a dónde quieres llegar.
La motivación es el camino. Para ello, primero debemos encontrar el porqué hacemos lo que hacemos, el cómo y el qué haremos. Escuchar mejor, incentivar la creatividad y la resolución de problemas, no sólo se consigue dando incentivos mecanicistas de causa-efecto. La motivación nace porque hay un objetivo, hay un propósito, estamos al servicio de algo que nos parece interesante, nos gusta y forma parte de algo importante.
Según Daniel Pink, en la charla realizada para TED en el 2009 “La sorprendente ciencia de la motivación”, hay tres temas básicos: autonomía, el impulso que guía nuestras propias vidas. Maestría, el deseo de ser mejor y mejor en algo importante y propósito, la intención de hacer lo que hacemos al servicio de algo más grande que nosotros.
Os dejamos el vídeo de la charla para motivar y entender mejor los pasos hacia la confianza.
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