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Uno de los conceptos que han cobrado más importancia en el mundo empresarial en los últimos años es el de responsabilidad social de la empresa (RSE), que se refiere al compromiso de una compañía u organización con las personas y el entorno. Esta es una misión que muchas empresas se proponen en la actualidad, y que se consigue combinando el cumplimiento estricto de la legalidad con el desarrollo de ambiciosas políticas e iniciativas voluntarias.
Si estás interesado en implementar medidas responsables en tu negocio, ¡sigue leyendo! En este artículo te contamos todo sobre la responsabilidad social de la empresa, las acciones que te ayudarán a conseguirlo y los beneficios de aplicarla.
La integración de preocupaciones sociales y medioambientales que van más allá de las obligaciones legales tanto a nivel interno como de cara a la sociedad y el entorno. Esta es la definición de responsabilidad social de las empresas establecida por la Comisión Europea, que mantiene este como uno de los grandes retos del mundo empresarial desde hace una década.
Las acciones de las empresas tienen un gran impacto en las personas y el entorno social, no solo por los productos o servicios que ofrecen, sino también por los puestos de trabajo que generan, sus efectos en la salud, el medio ambiente, los derechos humanos o la educación. El objetivo de la RSE es que las empresas lleven a cabo sus actividades de forma responsable para que este impacto sea positivo y no perjudique al mundo que las rodea.
La responsabilidad social empresarial se aborda implementando políticas que contribuyen al bienestar y progreso social desde diversos ámbitos. Estas son algunas de las dimensiones donde las empresas comprometidas con la responsabilidad social pueden actuar:
Responsabilidad con el trabajador
Toda empresa es responsable de cuidar de su capital humano, respetando los derechos fundamentales básicos del trabajador. Pero una empresa es socialmente responsable cuando, además de actuar dentro de la legalidad, emprende acciones para fomentar el crecimiento profesional y el bienestar físico y mental de los empleados. Esto se consigue mediante la mejora de las condiciones laborales, la formación y los incentivos económicos.
Uno de los ámbitos que más promueven las empresas responsables es la conciliación familiar, un aspecto que hoy en día se ha vuelto imprescindible en muchos entornos profesionales. Permitir un horario flexible, facilitar el cuidado de los hijos y reducir horas extra contribuyen a mejorar la vida de los trabajadores.
Disponer de un plan de igualdad, programas de gestión de talento, fomentar la formación y el progreso dentro de la empresa y ofrecer bonificaciones salariales son otras de las medidas responsables con los trabajadores que pueden emprender las empresas.
Responsabilidad ambiental
En un contexto mundial en que la lucha contra el cambio climático es más urgente que nunca, la implicación de las empresas mediante programas de sostenibilidad ambiental cobra importancia. Aquí, las empresas tienen el poder de adoptar medidas para reducir su huella ecológica, promoviendo el consumo y empaquetado sostenible, reduciendo la generación de residuos y fomentando el ahorro energético. Se trata de que los productos o servicios que ofrece la compañía tengan el menor impacto posible en el medio ambiente.
Responsabilidad comunitaria
Además de aplicar medidas responsables a nivel entorno, las empresas pueden contribuir a mejorar las comunidades en las que están presentes y convertirse en ejemplo para el entorno que las rodea.
Participar en programas sociales, invertir en educación, generar puestos de trabajo de calidad, fomentar la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión o implementar actividades de voluntariado corporativo son algunas medidas con las que las empresas pueden ayudar a su comunidad.
Responsabilidad sobre el mercado
Las empresas también son responsables de mantener un comportamiento ético en el mercado competitivo, actuando con transparencia y honestidad. Una de las mejores maneras para mostrar esta responsabilidad con el mercado es someterse a auditorías periódicas y controles de calidad que garanticen los estándares de los servicios y productos que ofrecen.
Aunque la responsabilidad social pueda parecer un comportamiento totalmente altruista, la realidad es que se trata de una herramienta muy poderosa con la que las empresas también ganan. Estos son algunos de los motivos para ser una empresa socialmente responsable:
- Captar nuevas inversiones
- Aumento de la reputación y mejora de imagen
- Reducción de costos de producción
- Darse a conocer en la comunidad
- Acceso a ayudas públicas
- Mayor productividad
Como ves, la RSE puede brindar importantes beneficios para las empresas que la trabajan, ya sea en términos de competitividad, acceso a capital o relación con los clientes, entre otros puntos de influencia. Todo esto, con el añadido de contribuir a mejorar la sociedad y la calidad de vida de las personas.
Aunque pueda parecer costoso aplicar estas medidas, la realidad es que cada vez más las empresas comienzan a tomar consciencia de la importancia de convertirse en socialmente responsables y esto ha terminado convirtiéndose en un fenómeno al alza. ¿Te animas a convertirte en una empresa responsable?
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