¿Cuál es tu principal debilidad? Así debes responder en una entrevista

Ésta es una de las preguntas que seguramente te resultará más difícil de responder a lo largo de una entrevista de trabajo. Cuál es tu principal debilidad es una pregunta aparentemente inocente que en realidad esconde mucha información para el entrevistador.

La pregunta ¿cuál es tu principal debilidad?” en una entrevista de trabajo es una cuestión casi obligada para los departamentos de recursos humanos. Su objetivo es descubrir cómo se enfrentan los candidatos a sus debilidades y qué soluciones son capaces de aportar.

El entrevistador sabe perfectamente que todo el mundo comete errores, pero querrá ponerte a prueba para saber si tú también eres consciente de ello. También descubrir tu principal debilidad, además de conocer un poco más tu personalidad en el trabajo.

Para superar esta pregunta e incluso utilizar tu debilidad para tu propio beneficio, sigue los consejos que te propone Turijobs:

Escoger la debilidad adecuada

El primer paso será avaluarte y reconocer tus fortalezas y debilidades antes de la entrevista de trabajo. Sabemos que resulta muy complicado reconocer nuestras propias virtudes y debilidades, pero todos debemos hacer el ejercicio de auto-conocernos para que estemos lo más preparados posibles ante la entrevista de trabajo.

Sé honesto contigo mismo y no intentes forzar debilidades que no tienes o desestimar debilidades que posees. En el proceso de autoevaluación, sólo tu tendrás ese conocimiento, así que sé sincero con tu personalidad. De cara a la entrevista de trabajo, es importante que mantengas esa honestidad con el reclutador y que no te inventes debilidades falsas. El entrevistador podría comprobar que es mentira a lo largo de la entrevista.

La clave está en saber escoger la debilidad adecuada, aquella que te permitirá seguir en el proceso de selección. Y cómo no, ser uno de los candidatos elegidos para la siguiente fase.

Habilidades ajenas al puesto de trabajo

Para saber qué debilidad escoger, revisa la oferta de trabajo en detalle. ¿Qué requisitos indispensables debe tener el candidato ideal? ¿Qué funciones deberá realizar? Básate en estas dos preguntas y escoge la debilidad en consecuencia.

Por ejemplo, en un puesto de trabajo como cocinero puede ser indispensable saber trabajar en equipo y conocimientos sobre cocina. Entonces, evita comentar que prefieres trabajar sólo o que eres desordenado. Apuesta también por debilidades que no afecten a tu trabajo del día a día.

Nunca digas…

“Soy demasiado detallista” o “trabajo demasiado”. Son debilidades que el entrevistador ha visto demasiado y, en la mayoría de los casos, no son reales. Háblale de una debilidad real sin llegar a expresar tu mayor debilidad. De ser así, estarías eliminando tu propia candidatura al puesto de trabajo.

Tampoco le comentes al entrevistador un ejemplo irrelevante para la tipología de trabajo al que estás aspirando. Por ejemplo, si tu entrevista de trabajo es para un puesto en cocina, no respondas que son las habilidades informáticas. Podría darle a entender al entrevistador que no quieres mostrar tus debilidades o que no sabes enfrentarte a la pregunta. De ser así, quedarías eliminado igualmente del proceso de selección.

Recuerda: estás vendiendo tu candidatura, así que comparte aquellas debilidades que has sabido solucionar o que estás apunto de hacerlo.

Convierte lo negativo en positivo

Enfoca siempre tu debilidad hacia su lado positivo. ¿Cómo? Argumentando la forma en cómo has solucionado esta debilidad o revelando una fortaleza que haga contrastar esa debilidad.

El objetivo es que la empresa vea tu debilidad como un reto profesional que has superado. Y además, que te ha permitido convertirte en un candidato mejor preparado para el puesto de trabajo que estás solicitando.

No exageres sobre el cambio que has experimentado ni tampoco incluyas aspectos muy personales. Lo último que querrá oír tu entrevistador es que tus familiares o amigos han influido en tu trabajo. Quizás podrían hacerlo de nuevo en el futuro.

Ejemplos de respuestas

“¿Cuál es tu principal debilidad?” es una pregunta difícil de responder que querrás preparar, y te aconsejamos que lo hagas, pero evita memorizar una respuesta exacta, ya que el entrevistador verá que te lo has estado preparando y pensará que no es una debilidad real.

Puedes apostar por debilidades como la mala organización que has sabido gestionar para planificar correctamente tu trabajo, el tiempo que dedicabas a tus tareas y que ahora has sabido acortar para ser más eficiente o la incapacidad de realizar diferentes proyectos simultáneamente y que ahora puedes cumplir por encima de las expectativas.

Cómo comentábamos anteriormente, la clave está en resaltar su lado positivo y destacar que te ha hecho evolucionar como profesional. Recuerda también argumentar el método, las ayudas o los procesos que has utilizado para mejorar para darle veracidad a tu cambio. Puedes ver más preguntas de trabajo aquí.

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