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El turismo rural parece que está a la sombra de los grandes mercados turísticos españoles, como pueden ser el de sol y playa, o el cultural en grandes ciudades, y ahora parece que es el momento clave para visibilizar este turismo rural de entornos naturales y poner sobre la mesa temas que van a condicionar su futuro.
El turismo rural en España es un sector clave para la dinamización socio económica de muchos territorios. Durante décadas ha sido una pieza clave en los planes de desarrollo rural y se ha entendido como una actividad motriz para la “España vaciada”. Ante las restricciones en la movilidad causadas por el COVID19, el turismo rural apunta a ser uno de los primeros mercados turísticos en recuperarse. Raquel Santos, Co-founder en Santosantos Tourism Care, profesora e Investigadora en Ostelea, nos habla en este webinar de la gestión de la incertidumbre en el sector turístico, así como de los grandes retos y oportunidades que plantea el restablecimiento de la actividad turística en el medio rural.
En este contexto de tanta incertidumbre lo más importante es tener prudencia a la hora de tomar decisiones y analizar muy bien la situación en la que se desarrolla nuestro negocio para reducirla.
En el webinar, Raquel Santos comparte ideas y reflexiones que ayudan a la hora de repensar la actividad turística frente a la crisis del COVID-19 tanto desde el punto de vista del sector turístico en su conjunto como de sus actividades específicas.
¿Qué es la resiliencia?
Raquel utiliza la definición de la rae, y afirma que la resiliencia es “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente un agente perturbador a un agente perturbador o un estado o situación adversos, o también es la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había sido sometido”.
Mirando esa definición vemos que hablamos de recuperación y adaptación, en este caso del turismo rural, frente al COVID-19. Es evidente que para hacer eso todos necesitamos una estrategia superar esta crisis sanitaria, tanto el destino turístico como las actividades o empresas que forman parte de él. Sin estratega va a ser muy difícil reengancharse a la actividad tal como lo habíamos hecho hasta ahora, ya que no podemos hacer lo mismo y del mismo modo.
La improvisación no vale y es clave la estrategia y planificación.
¿Cómo es el turismo rural en España?
- El turismo rural es muy estacional, siendo los principales meses febrero y agosto.
- Más del 20% de los alojamientos están en Castilla y La Mancha seguidos de Andalucía y Cataluña.
- Respecto al personal empleado por CCAA, de nuevo y siguiendo esa estacionalidad, febrero y agosto es la temporada alta y de mayor generación de empleo.
- Los datos muestran como el empleo ha ido en aumento en el turismo rural, una tendencia en alza.
¿Cómo son los alojamientos rurales?
- En el segundo semestre 2019, más del 70% de los alojamientos se alquilaron de forma integra y solo el 23% por habitaciones y el resto se alquilaron de forma mixta.
- En función del tamaño de esos alojamientos y su número de las plazas, hay desequilibrios entre la oferta y la demanda: principalmente en los alojamientos de 11 plazas o más, vemos que la demanda es mucho mayor que la oferta y pasa lo contrario en los alojamientos de 3 a 4 plazas.
- Respecto a la demanda, ha habido un total de más de 11 millones de pernoctaciones en España y el 67% de esas pernoctaciones se han dado en casas rurales, siendo el alojamiento predominante.
- En lo referente a los viajeros, más del 70% son turistas nacionales.
- Por CCAA, vemos que los % de viajeros residentes y viajeros extranjeros varían, y vemos que hay destinos que dependen más del turismo nacional que otros. Esto nos lleva a dos situaciones, la primera es que, en una crisis en la que estamos donde la movilidad internacional no está permitida, esta crisis es una oportunidad para destinos que se focalizan en turismo nacional. Por otro lado, en el supuesto de que la movilidad internacional se reactivase y podamos recibir turistas de países con mayor poder adquisitivo o que salen antes de esta crisis, los destinos que tiene una demanda más diversa, y no dependen tanto de nacional o internacional, se adaptarían antes a la circunstancia y serían mucho más resilientes.
¿Por qué necesitamos estrategia de transformación?
Necesitamos una estrategia porque nuestros negocios se desarrollan en contextos VUCA:
- Volatilidad: Hemos visto que hay circunstancias que cambian muy rápido, y en este contexto los planes de contingencia , previsión de riesgos y la planificación previa nos va a poder ayudar a reaccionar de forma más ágil. Estos planes se deben actualizar y ahora lo deben hacer con la situación de la pandemia mundial.
- Incertidumbre: esto es un problema nuevo que no sabemos cuándo va a durar, y solo lo podemos controlar con datos, análisis y conocimientos. En caso de que no los tengamos, debemos recurrir a la prudencia.
- Complejidad: el sector turístico es un sector transversal y afecta numeroso sectores y actividades. Del mismo modo lo es la pandemia, afectando de forma global a todas las actividades. En este contexto, vamos a hacer frente a retos más complejos que van a requerir de consejo experto y multidisciplinar.
- Ambigüedad. Se nos plantean gran cantidad de interrogantes cuando intentamos plantear medidas de recuperación y pensamos en como implementar medidas. De cualquier modo, este pensamiento crítico y de cuestionamiento constante es el que nos va a dar mayor precisión al ahora de tomar acciones y decisiones.
Debemos transformar el turismo rural porque, como en todas las crisis, estas también ofrecen oportunidades.
Hay tres grandes oportunidades a la hora de repensar el turismo rural:
- Esto es una crisis para mejorar y llevar a cabo cambios que mejoren nuestra oferta, servicios y modelo turístico. Es una oportunidad para incluir criterios de responsabilidad, calidad, sostenibilidad, y en el caso de que ya siguiésemos esos criterios, también es un momento para que pensemos cómo los estamos incorporando y cómo podamos incorporarlos con mucho más peso o de una mejor forma, dotando de significado con acciones y decisiones.
- Esta crisis también es oportunidad para fortalecernos como destino turístico o como empresas. Debido a que no podemos ofrecer lo mismo ni de la misma manera, hay que tomar nuevas medidas, nuevas precauciones y replanteamientos que les han hecho más fuertes.
- Oportunidad para mostrar nuestros recursos y servicios a visitantes que en otras circunstancias de movilidad normal no elegirían nuestro destino y erigirían destinos de sol y playa, urbanos o internacionales. El turismo rural se percibe como una de las opciones más seguras y esto lo tenemos que aprovechar.
Para que nuestra empresa o servicio se mantenga en el tiempo tendremos que hacernos preguntas constantes y también tendremos que tener en cuenta dos factores que ha traído el COVID-19
- El miedo al contagio.
- La reducción del poder adquisitivo de gran parte de la demanda potencial por la crisis económica.
A pesar de estos factores, no podemos olvidar que aún así, todo tenemos muchas ganas de volver a salir de volver a descubrir y de ir de vacaciones y, además, muchas de las cosas que queremos son cosas que precisamente nos ofrece el medio rural: naturaleza, calor humano de los pueblos, el aire fresco, etc. Pensando en esas personas y en qué es lo que quieren/buscan podremos reorientar nuestra oferta.
¿Cómo desarrollar una estrategia y hacerla sostenible?
El propósito de esta estrategia de transformación y adaptación no es otro que el poder ser sostenibles a lo largo del tiempo y tener continuidad en nuestra actividad a lo largo del tiempo, y para ello necesitamos acciones y estrategias de adaptación y recuperación.
Tres fases que tenemos que considerar:
- Tenemos que ponernos en pausa y reflexionar y recabar toda la información posible.
- Tenemos que analizar lo que venimos haciendo hasta ahora y para ello es fundamental la información y datos. Esto nos ayudará a tomar mejores decisiones y ser más resilientes y competitivos.
- Tenemos que mirar al futuro y lo que está por venir.
¿Cuáles son los factores y cuestiones claves a tener en cuenta?
- Seguridad e higiene es un requisito indispensable y necesario para ganar la confianza de los potenciales visitantes. Cuando hablamos de seguridad hay que tener en cuenta a los residentes y que también se sientan seguros ante la llegada de turistas y no lo perciban como un riesgo para su salud, por lo que aquí una estrategia de comunicación es clave.
- Por toro lado la estrategia Post-COVID-19 debe contemplar la gobernanza, la coordinación público-privada, las cuestiones abordables debe ser realistas y debemos colaborar y cooperar para salir de esta crisis juntos, donde es clave vernos como aliados y no como competidores.
- Flexibilidad para los potenciales turistas y repensar las políticas de cancelación, facilitar las reservas y cancelaciones, reseras reembolsables, promocionar las tarifas flexibles, etc. y evitar a toda costa caer en una guerra de precios.
- Las medidas y visón a corto plazo tienen que estar acompañadas de estrategias a largo plazo para que sean eficaces y podamos hablar de un turismo rural resiliente.
- La creatividad y la innovación es clave en esta transformación del turismo rural. Los retos van a ser cada vez más complejos y solo los vamos a poder abordar con creatividad y nuevas metodologías.
- Las personas deben de ocupar un lugar central. El turismo es hospitalidad, el sector de la felicidad y trabajamos con personas, y las personas somos únicas. Es por ello que tenemos que ir a la personalización de los servicios y experiencias y no podemos hacerles sentir solo como un número en la lista de visitantes. Debemos hacerles sentir únicos y debemos ponernos en su piel para saber qué necesitan y ofrecérselo, pensar en sus valores y en lo que priorizan a la hora de elegir un destino. Además de pensar en cómo vender tenemos que pensar en nuestro producto.
Si lo que queremos es un destino sostenible, debemos tener claro que, si el turismo solo sirve para los turistas, deja de tener sentido.
El turismo tiene que mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes y territorios y promover el desarrollo socio económico del medio rural, pero con pretensiones de sostenibilidad futura, algo que tenemos que tener en mente a la hora de rediseñar nuestra estrategia. Tenemos que aprovechar mucho mejor esa motriz del turismo como actividad transversal para mejorar la calidad de vida en el medio rural.
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