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¿Qué es la Inteligencia Emocional?
El concepto de Inteligencia Emocional surge como antídoto a un modelo educativo que nos proporciona cantidades ingentes de información, pero no los mecanismos necesarios para tener una mejor relación con nosotros mismos. Frente a la inteligencia emocional está la inteligencia intelectual, que sólo es responsable del 25 por ciento de la eficacia profesional.
La Inteligencia Emocional no es más que la capacidad para controlar las emociones de manera adecuada y orientar nuestras acciones sin perder el control. Si aprendemos a equilibrar nuestro coeficiente intelectual con nuestra inteligencia emocional manejaremos con mayor facilidad las reuniones complicadas, o las situaciones difíciles de la manera más profesional.
Lo que se pretende es, ante todo, que cada persona desempeñe sus funciones de acuerdo con su personalidad. Para poder llevar a cabo este supuesto debemos, en primer lugar, aprender a conocernos, saber lo que realmente queremos para poder transmitir de la forma más efectiva nuestros conocimientos, opiniones y objetivos.
Algunas claves de la Inteligencia Emocional
Conocimiento emocional de uno mismo

Conocernos mejor a nosotros mismos nos ayuda a mejorar modelos de conducta y relaciones y saber cómo reaccionamos ante cada situación.
Aprender a auto motivarse

Tenemos que ser capaces de utilizar nuestras preferencias para encaminarnos hacia nuestros objetivos, ser más eficaces y perseverar. Si desarrollamos la capacidad de generarnos estímulos laborales, seremos más independientes y capaces de actuar en situaciones adversas.
Empatía e intuición

Nuestra capacidad de valorar las emociones de los demás, entender e interpretar las situaciones, y establecer una buena sintonía con otras personas ayudará a establecer unas buenas relaciones humanas.
Conciencia de uno(a) mismo(a)

Sólo desde ella, podremos tomar auténticas decisiones y vivir de forma consciente y adulta.
Controlar las emociones

A pesar de encontrarnos inmersas en la vorágine de la vida cotidiana, no debemos dejar que esto influya en nosotros y, en caso de no poder evitarlo, debemos, de inmediato, poner solución. Muchas veces las situaciones se repiten, y si tenemos un recuerdo claro de nuestras actuaciones en el pasado, esto nos ayudará actuar en un futuro.
Entender el trabajo según estos planteamientos te va a permitirte poder acudir a la oficina sin tener que pensártelo dos veces. Siguiendo sus dictados, conseguirás sentirte realizada y en ningún momento tendrás la sensación de estar perdiendo el tiempo. Dedicarte a lo que te gusta será una realidad de la que vas a sacar partido.
Ver artículo original en: TopSecretaria
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