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Muchas son las ocasiones que hemos deseado cambiar algún hábito o incorporar una nueva rutina para mejorar personal y profesionalmente. No obstante, la mayoría de las veces no sabemos cómo empezar, nos imponemos falsas excusas y el buen propósito de “lo haré mañana” nunca llega.
Sin embargo, crear una rutina de trabajo es posible. No solo nos permitirá sentirnos activos e implicados con nuestras tareas, sino que además aumentará nuestra productividad y la de nuestros empleados.
¿Cómo podemos crear una rutina de trabajo efectiva? Sigue estos 5 pasos:
1. Comienza bien el día
Es lo que se conoce la Golden Hour (Hora de Oro). Hay personas que dedican la primera hora a la meditación, a leer libros inspiradores o a hacer deporte. Empezar con buen pie ayuda mucho a afrontar el resto de la jornada. Tus pensamientos determinan tus sentimientos que se traducen en comportamientos que producen resultados: exitosos o mediocres. Los pensamientos son los antecedentes de los hechos, y una forma correcta de pensar conduce a una forma correcta de actuar. Cada pensamiento es una inversión o un coste, te da poder o te lo quita. De lo que se trata es de provocar un estado de la mente. Al cerebro hay que engañarle. El 80% de nuestros pensamientos son negativos. Ganar es una decisión consciente; perder es una decisión inconsciente.
2. Prepara el día por adelantado
La noche anterior tu día siguiente debe estar organizado, así cuando llegue la hora de empezar, aprovecharás desde el minuto uno. Y eso implica decidir dos cosas: qué hacer (establecer objetivos) y en qué lugar (priorizar). Es un error ponerse a planificar la jornada cuando empieza el día: primero, porque planificar exige tiempo; y segundo, porque perderemos tiempo. Un alto directivo decía hace poco: «Para ser productivo reviso mi agenda tres veces al día».
3. Concentra tu atención en una única tarea
La multitarea es el mayor enemigo de la productividad. No veas el mail más que 2–3 veces al día. Apaga todo tipo de alertas. Y dedica a las Redes Sociales un determinado tiempo previsto por anticipado. Tu capacidad de enfoque es crítica para tu productividad personal. Y recuerda: productividad no es hacer muchas cosas sino dejar de hacer muchas cosas irrelevantes.
4. Visualiza continuamente tus metas
El cerebro es un órgano buscador de soluciones cuando se le da un objetivo nítido. Entonces, concentra todo su atención en captar información e ideas para hacerlo realidad. La claridad es fuerza. Una vez que una orden (meta) queda grabada en el inconsciente, esta cobra vida propia. Y para ello es esencial visualizarla continuamente, ya sea mentalmente, por imágenes o por escrito.
5. Cuídate
El éxito exige mucha energía en el cuerpo. Y ello implica cuidar tres cosas: sueño, nutrición y ejercicio. Es imposible si no duermes bien (estás cansado), si comes mucho y mal (estás pesado y deprimido) y si no oxigenas el cuerpo (ejercicio) dar el cien por cien. Estarás muy por debajo de tu rendimiento potencial. Si tu energía está en mínimos, los resultados serán pobres.
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