¿Vale la pena trabajar en equipo?

Cuando en las conferencias lanzo esta pregunta siempre obtengo dos respuestas al unísono: Un “SÍ” clamoroso y un “ES MUY DIFÍCIL” estridente. Cuando sigo preguntando, cada participante explica su rosario de fracasos por haber depositado esperanzas y confianzas que han fallado. Una vez recogidas estas historias vuelvo a preguntar: Han fallado ¿POR QUÉ? ¿EN QUÉ? ¿POR NUESTROS ERRORES? o ¿POR LOS SUYOS?Una vez más, como somos campeones de culpar a los demás, todos los males recaían en terceras personas. Fue precisamente este descargar en los demás lo que me invitó a escribir esta reflexión, que intentaré que sea breve, concreta y muy práctica, describiendo en forma de dieciséis acciones a cuidar para crear un equipo con armonía y eficiencia, invitándole a que se cuestione si los aplica con rigor, constancia, sutileza y eficiencia:

¿LO HACE? (SÍ / NO)

1. ¿Ha redactado “LA MISIÓN” que todos los componentes del equipo deben cumplir si desean formar parte?

2. ¿Ha redactado el “CÓDIGO DE VALORES PERSONALES” que deben practicar sin excepciones todos los componentes del equipo?

3. ¿Ha redactado y concretado las consecuencias para los que NO CUMPLAN con los valores y la misión?

4. ¿Se han aplicado LAS CONSECUENCIAS con rigor y sin excepciones para que tengan valor los compromisos adquiridos?

5. ¿Está muy atento para ayudar A ALINEAR entre los componentes del equipo los intereses empresariales, los personales, los valores y las creencias?

6. ¿Desarrolla SISTEMAS DE COMUNICACIÓN eficiente para conocer a tiempo real las inquietudes y dudas de cada uno de los miembros del equipo?

7. ¿SE FORMA Y FORMAN a los miembros de su equipo para conseguir que los estilos de verbalización sean compatibles para mantener una armonía eficaz?

8. ¿Cuida como líder del equipo LAS RELACIONES de afecto, proximidad, sinceridad oportuna y emociones entre los miembros del equipo, evitando que sólo estén unidos por las tecnologías y el interés?

9. ¿Transmite un optimismo racional para ir alimentando LAS ILUSIONES?

10. ¿Selecciona a su equipo, ubicando a cada uno en el lugar donde MEJOR PUEDA DESARROLLAR SUS HABILIDADES ensalzando lo positivo en lugar de castigar aquellas habilidades que no posee? “Porque en un equipo no todos deben ser Messi o Cristiano Ronaldo, hacen falta defensas, medios y hasta un portero”.

11. ¿Supervisa con elegancia y a tiempo real LAS DESVIACIONES, errores y fracasos, poniendo la valentía y armonía suficiente para cambiar y mejorar los retos a alcanzar aprendiendo de los errores y de los disgustos, compartiendo las enseñanzas con su equipo?

12. ¿Todos los miembros del equipo tienen clara LA ORIENTACIÓN A LA FELICIDAD, entendida como el conseguir convertir lo extraordinario que nos proponemos en ordinario, gracias a practicar las virtudes de la excelencia?

13. ¿Invierte tiempo en todo EL PROCESO DE DELEGACIÓN eficaz para asegurar el éxito de los retos?

14. ¿Crea UN AMBIENTE DE TRABAJO donde se practiquen los cinco valores de la colaboración proactiva: la cooperación generosa, ayudarse a corregir y mejorar, compartir los éxitos, la gestión de las emociones mutuas y cumplir los compromisos para sentir que pertenecemos a un equipo cómodo psicológicamente, seguro emocionalmente, competitivo y eficaz profesionalmente, a sabiendas de que este ambiente consolida la permanencia de los talentos, reduciendo la rotación laboral?

15. ¿Se asegura que las retribuciones fijas sean coherentes con las responsabilidades empresariales y los niveles de competencias y productividad, evitando comparaciones injustas?

16. ¿Está organizado y aplica con rigor LOS PARÁMETROS DE MEDICIÓN de todas y cada una de las variables a tiempo real, evitando las excusas y adjetivos calificativos?

Podría seguir enumerando las variables que ayudan a crear un “EQUIPO EFICIENTE” pero me he comprometido con la brevedad, porque mi paciente lector ya sabe que me tiene a su disposición para ayudarle a conseguirlo, en dbiosca@educatur.com.