Huella digital: ¿qué es y por qué debes cuidarla?

“Huella digital… Me suena la expresión, pero… ¿Qué es?”

Si te hubiéramos hecho esta pregunta antes de Internet 2.0 o del boom de las redes sociales masivas, probablemente la expresión huella digital te hubiera sugerido mojar las yemas de los dedos en tinta azul oscuro para tramitar el DNI. Sin embargo, a causa de la extraordinaria expansión de plataformas como Facebook, Twitter o Instagram, ‘huella digital’ adquiere otro significado bien diferente y bien importante, tanto si quieres encontrar un trabajo como si deseas mantenerlo.

“¿Por qué debería cuidarla?”

Tu huella digital es todo el contenido alojado en internet bajo tu nombre de forma pública. Esto incluye:

• Tu perfil en Facebook y tus fotos de vacaciones, comida y fiestas. También los comentarios que has dejado en otros perfiles o webs conectadas a la red.
• Tu cuenta de Twitter, tus mejores tweets, los más graciosos y/o interesantes y también los incendiarios o embarazosos.
• Tu cuenta de Instagram, tus puestas de sol y tus hashtags
• Aquél/aquellos blog/s que empezaste un día.
• Tus comentarios y respuestas en webs, foros, medios de comunicación online…

Esto no significa que debas desaparecer de Internet. La mayoría de plataformas sociales permiten adaptar la visibilidad de tu contenido justamente para, por un lado, animarte a que no dejes de generarlo y, por otro lado, restringir la audiencia que ha de verlo.

En el pasado, la única vía que un reclutador tenía para saber sobre ti era a través de tu CV y preguntándote a ti o a contactos en común (lo que se llama ‘referencias’). Hoy, en cambio, cualquier responsable de recursos humanos tiene todos tus comentarios y tus selfies literalmente a un clic de distancia.

¿Nervioso o nerviosa?

Bueno, no te desesperes todavía. Cada vez más las empresas (y quizá en mayor grado las compañías del sector turístico) buscan trabajadores con habilidades transversales a su puesto, distinguiendo entre técnicas duras o “hard skills” (las competencias propias del puesto) y técnicas blandas o “soft skills”, que son aptitudes más de corte social y actitudinal y, por tanto, general a cualquier puesto de trabajo. Si tu participación en Internet ha sido racional, educada y constructiva hasta la fecha, puede que Recursos Humanos descubra facetas positivas sobre ti. Si ha sido destructiva… Cuidado.

Pongamos que un reclutador o reclutadora escribe en Google tu nombre completo y hace clic en buscar. En su pantalla aparecerá tu huella digital. Vale, tu huella digital seguramente acompañada de un montón de ruido informativo… Pero recuerda que el o la responsable de recursos humanos asignada a tu proceso tiene tiempo de buscar e investigar. Es su trabajo.

Ha ocurrido ya varias veces de forma pública, y más veces todavía en privado, seguro, que el contenido equivocado ha provocado la no contratación de un candidato o el despido de un trabajador o colaborador. Ha pasado a nivel anónimo, ha pasado a nivel mediático y hasta a nivel gubernamental. Así que cuidado.

¿Borraste finalmente aquél tweet hostil que enviaste al celebrity de turno en un ataque de ira? ¿Pusiste el álbum Fin de año destroyer – 2015 en privado? ¿Tus fotos de perfil en redes y CV online son las adecuadas? Y, sobre todo, ¿dejaste alguna vez algún comentario negativo sobre la empresa a la que estás aplicando?

Entonces… ¿Cómo salgo de ésta?

Si ahora sí que estás nervioso o nerviosa… Relax. Todavía estás a tiempo de cuidar tu huella digital en 3 pasos:

1. Búscate en Google y rastrea las entradas que muestren contenido asociado a tu nombre. ¿De qué tipo de contenido hablamos? ¿Es políticamente correcto? Recuerda que el filtro de lo que es y no es políticamente correcto no depende de ti, así que, ante la duda, actúa.
2. Visita tus perfiles sociales y comprueba la visibilidad y privacidad de tu contenido. ¿Has encontrado publicaciones o fotos embarazosas? Ocúltalas, ponlas en privado o bórralas.
3. Búscate en Google. Repite.

Cabe decir que en algunas ocasiones quizá sea demasiado complicado o tarde para borrar según qué contenido, por lo que más vale prevenir que curar.

Tanto el o la responsable de recursos humanos que lleva tu proceso como tú tenéis las mismas herramientas a mano a la hora de analizar tu presencia online, así que adelántate. Un episodio de rabia en Twitter hace 3 años no vale una oportunidad profesional desperdiciada.