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No todo el mundo tiene la suerte de poder disfrutar de sus vacaciones en pleno verano, en especial el sector turístico y hostelero. Son muchas las personas que tienen que trabajar en verano mientras otros disfrutan del sol, la playa y las fiesta en los chiringuitos.
Aunque los bares, restaurantes y hoteles viven su mejor momento, el trabajo de muchas empresas disminuye. Así que, desde el punto de vista del trabajador, ésta puede ser una muy buena temporada para ti. Ahora tienes la oportunidad de trabajar con más flexibilidad, aprender nuevas funciones o incluso obtener unos ingresos extras.
Además, el tiempo para ir al trabajo se verá reducido, así que a lo mejor puedes alargar un poquito más esos “5 minutos más” en la cama, ¿verdad? Descubre éstas y muchas otras ventajas si este año tienes que trabajar en verano:
1. Flexibilidad en el trabajo
Seguramente tus jefes se habrán ido de vacaciones, y parte de tu equipo también. Tus reuniones se habrán aplazado, pero también tus proyectos. No tienes fechas de entrega ni plazos para terminar tus tareas. Parece que la libertad absoluta reina en la oficina.
Esto no significa que no tengas que trabajar. ¡Ni mucho menos! Simplemente, tienes la oportunidad de trabajar con más flexibilidad, con más tranquilidad, sin presiones ni distracciones. Quizás ahora también tengas la oportunidad de dejar el traje y corbata en casa e ir más informal al trabajo. Seguramente no deberás reunirte con ningún cliente, así que, ¿por qué no?
Al tener menos obligaciones, también tienes ante ti la opción de experimentar con nuevas ideas y proyectos que en otros momentos no se pueden llevar a cabo por la alta carga de trabajo. ¿Qué pasaría si hiciéramos…? No tienes nada que perder, pero mucho por ganar.
2. Ingresos extras (quizás)
Con la “huída” vacacional, puede ser que durante este mes debas realizar alguna suplencia, trabajar en proyectos en los que no formabas parte o aprender nuevas tareas. Una buena ocasión para ampliar tus conocimientos, pero también para obtener unos ingresos extras. Quizás también te toque cubrir profesionales con horarios laborales diferentes a los tuyos. Un hecho muy recurrente si te encuentras en el sector turístico y hostelero.
¿Eres becario o un profesional muy junior? Entonces ahora seguramente tendrás el momento de salir de las tareas más básicas y rutinarias. Tendrás la oportunidad de realizar las tareas de tus compañeros más seniors, descubrir nuevas herramientas de trabajo, nuevas funciones… Todo un mundo lleno de posibilidades. Tus ganas de aprender y tu entusiasmo harán que conozcas a fondo cómo se trabaja en la empresa de verdad.
3. El mejor horario laboral
Trabajar en verano te permite disfrutar del mejor horario laboral de todo el año. Por la mañana, aprovechas el poco tiempo que tenemos a lo largo del día en el que todavía no hace mucha calor. Durante el día, tu oficina seguramente dispone de aire acondicionado, lo que te permite combatir la ola de calor de todos los años. Y cuando sales, el sol todavía está ahí y puedes aprovecharlo para irte a la piscina, a la playa, a las terrazas… Tienes mil y una opciones para escoger y muchas horas de sol por delante para disfrutar. En España no se hace de noche hasta pasadas las 22.00h, ¡hay que aprovecharlo!
¿Eres de los que hacen horario intensivo durante los meses de verano? Si tu horario de trabajo termina a las 14h-15h, entonces te habrá tocado la lotería. Tendrás largas tardes por delante en las que podrás aprovechar y disfrutar tu tiempo de ocio. Incluso puedes realizar uno de los tipos de turismo que más oportunidades de empleo genera: el turismo de compras. Por el contrario, tus compañeros deberán hacer frente al horario habitual de trabajo mientras que entonces tú te irás de vacaciones.
4. Momento para organizarte
El verano es es una época del año maravillosa porque se respira un ambiente mucho más tranquilo. La falta de muchos de tus compañeros, clientes y proyectos hace que dispongamos de mayor “tiempo libre”. Tiempo que podemos utilizar para organizarnos y planificar el próximo curso.
Ahora es un buen momento para finalizar las tareas que habías dejado pendientes en los últimos meses y planificar los siguientes. Trabajar en verano también es una buena ocasión para organizar tu espacio de trabajo y borrar los archivos no necesarios. Por último, podrás dejarlo todo listo para cuando llegue el boom de trabajo de nuevo. Todas esas tareas que estaban en cola y que nunca tenías tiempo para hacer. Ahora ya no hay excusa, tienes ante ti dos meses para hacerlo.
5. La ciudad se vuelve tuya
Definitivamente, tienes la ciudad para ti solo/a (o casi). Trabajar en verano te permitirá disfrutar de una localidad sin aglomeraciones de gente, facilidades en los transporte, mejoras en las carreteras, sin colas en los bares y restaurantes… Moverse por tu ciudad será todo un placer.
Encontrarás menos gente desplazándose, en especial a primera hora de la mañana, lo que te permitirá una movilidad más eficiente. Tus viajes hacia y desde tu trabajo serán más cómodos y rápidos, incluso podrás llegar a sentarte (impensable durante el año, ¿verdad?). También te encontrarás con una mejor puntualidad, ya que el tráfico de las carreteras dentro de las ciudades se reduce notablemente. Si en tu caso utilizas el transporte privado, notarás que conducir se vuelve más fluido, con lo que ahorrarás dinero en combustible y encontrarás sitio para aparcar a la primera.
Una vez fuera del trabajo, dependiendo de tu localidad, tendrás el placer de disfrutar de la calma de las calles, parques, terrazas, museos, cines… Todas las actividades de ocio que se te ocurran. Será también un buen momento para disfrutar de las actividades de ocio locales que ofrecen los ayuntamientos, como cines de verano, ferias o mercados locales. En todo caso, no olvides seguir llevando una alimentación saludable en el trabajo.
6. Ahorro en viajes y ocio
A estas alturas, ya sabrás que un viaje en plena temporada de verano supone un gasto extraordinario, especialmente en ciudades costeras o muy turísticas. No es hasta mediados de septiembre cuando los vuelos, hoteles y alquileres de vehículos bajan sus precios. Es entonces cuando se da por terminada la temporada alta de verano.
Está claro que trabajar en verano supone un ahorro. Y es que a partir de septiembre, podrás disfrutar de las mismas vacaciones a un precio más económico. E incluso tener más opciones de vuelos y hoteles y mayor tiempo para organizarte. Si tu objetivo es hacer las vacaciones más adelante, también podrás aprovechar países donde el verano esté en pleno auge, como Tailandia, Argentina o Marruecos, entre otros.
También te encontrarás con una menor aglomeración turística, así que tu viaje será mucho más relajado. Te permitirá ver las atracciones turísticas sin colas y disfrutar de sus tiendas, bares y restaurantes sin esperas. Eso sí, recuerda pedir tus vacaciones con antelación.
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