Cómo lidiar con un compañero de trabajo conflictivo

En un mercado laboral en el que impera la necesidad del trabajo en equipo no es de extrañar que, de vez en cuando, nos encontremos con figuras conflictivas capaces de poner en cuestión nuestra capacidad para gestionar las tareas o incluso nuestra valía profesional. Trabajadores envidiosos, prepotentes o incluso perezosos pueden generar conflictos en el trabajo y desatar un ambiente laboral negativo y desalentador.

Mantener una buena relación no sólo entre tus compañeros de equipo, sino con los demás trabajadores de la empresa, te llevará a mantener un ambiente laboral positivo, motivador y productivo. Para llevar a cabo esta buena práctica y evitar que los miembros tóxicos o conflictivos dificulten la dinámica de los proyectos y pasen factura a tu estabilidad profesional, Turijobs te facilita los siguientes pasos para lidiar con un compañero de trabajo conflictivo:

1. Identificar el tipo de conflicto

Es vital entender el comportamiento del otro y lo que busca con este, reflexionar sobre si uno mismo es parte o no del problema y también identificar si la persona en cuestión se comporta así solamente con nosotros o bien lo hace con todo el mundo. Debemos tener muy presente que cuando la otra persona llega demasiado lejos y la problemática se convierte en acoso, el conflicto puede considerarse un mobbing. 

2. Pensar estratégicamente una respuesta

Es importante impedir que la persona conflictiva nos haga perder el control sobre nuestras emociones, tener presentes quiénes somos, nuestros logros y competencias con el objetivo de proteger nuestra autoestima. De hecho, cuando respondemos enfadados, alimentamos el poder de la otra persona; en cambio, si respondemos con amabilidad y calma, el agresor se queda sin armas.

3. Guardar pruebas

Guardar evidencias del comportamiento inadecuado de nuestro compañero o compañera (por ejemplo, emails que demuestren su falta de respeto y de profesionalidad) nos servirá para argumentar nuestro punto de vista sobre el conflicto y dar credibilidad a nuestro discurso. Cualquier archivo que podamos recabar en contra de su mal desempeño será útil y necesario.

4. Proteger nuestras tareas

Debemos evitar que la persona conflictiva realice tareas que forman parte de nuestra rutina profesional, ya que podría usarlo como forma de ataque contra nuestra profesionalidad alegando que no realizamos nuestras tareas. Debemos cuidar nuestro trabajo y cumplir nuestras funciones, de esta manera impediremos quedar expuestos a más situaciones conflictivas y nuestra valía profesional quedará intacta.

5. Encarar el problema y actuar

No actuar es decirle a la otra persona que es correcto que nos trate así. En ocasiones, puede ayudarnos intentar entablar una conversación con el objetivo de encontrar una solución o intentar detectar qué elementos dentro del conflicto dependen de nosotros. Otras veces, no hay nada que hacer porque el hecho de entablar conversaciones y buscar soluciones es cosa de dos.

6. Reforzar las relaciones con los demás compañeros

Que nuestra conducta laboral hable por nosotros. Llevarnos bien con nuestros compañeros, ganarnos su respeto y trabajar para obtener su reconocimiento pueden resultarnos de gran apoyo. Si realizas tu trabajo correctamente y los resultados son obvios, no quedará ninguna duda de que el problema reside en esa persona conflictiva.

7. Comunicar el conflicto a nuestros superiores

Finalmente, si no hemos podido solventar el problema directamente con la persona conflictiva, debemos dirigirnos a nuestros superiores con pruebas y ejemplos concretos que evidencien la situación adversa que estamos viviendo. Debemos evitar hablar del problema globalmente, pues demostraríamos falta de madurez para evitar los conflictos. Un buen argumento es que tu principal prioridad es la correcta cumplimentación del trabajo y, a continuación, es un buen momento para exponer los motivos por los cuales no puede llevarse a cabo.

Si con todas estas acciones la situación no mejora, nuestra recomendación es evitar al máximo la persona conflictiva y, si es posible, pedir un cambio de departamento. No podemos olvidar que estar expuestos día tras día, mes tras mes a este tipo de conductas, acaba inevitablemente haciendo mella de forma negativa en nuestra autoestima personal.

Y tú, ¿te has encontrado con algún compañero de trabajo conflictivo? ¿Cómo afrontaste esta situación?

Con la colaboración de Núria Tomàs Gumfaus, Psicóloga y Coach de Desarrollo Profesional y de Talento en propulsat.com